Capirotada: Sabor y Tradición en la Semana Santa
NAVOJOA, Sonora; Marzo 19 (NPN).- La Semana Santa trae consigo un aroma especial: el dulce olor de la capirotada. Este platillo tradicional, lleno de historia y significado, no solo es una delicia para el paladar, sino que también añade un toque distintivo a las celebraciones de esta época tan importante para la comunidad católica, manifestó Oralia Borbón.
La comerciante quien desde hace 15 años elabora este platillo dijo que la elaboración de la capirotada es todo un arte, que requiere paciencia, amor y una combinación precisa de ingredientes.
“La receta varía de una región a otra e incluso de una familia a otra, pero algunos elementos básicos suelen estar presentes en todas las versiones: pan viejo o bolillo, piloncillo (panela), frutas secas como pasas, nueces y cacahuates, canela, clavo y queso. Estos ingredientes se combinan en capas en un recipiente, creando una mezcla armoniosa de sabores dulces y salados”, explicó.
Cada ingrediente de la capirotada tiene un significado simbólico que remite a la Pasión de Cristo, lo que convierte a este platillo en algo más que una simple delicia culinaria, enfatizó.
“Dicen que el pan representa el cuerpo de Jesucristo, el piloncillo simboliza su sacrificio en la cruz, las frutas secas recuerdan las lágrimas derramadas durante su sufrimiento, y el queso representa la amargura de la Pasión”, mencionó.
Esta mezcla de sabores y texturas crea una experiencia sensorial única que transporta a quienes la prueban a un viaje a través de la historia y la fe.
Además de su rico sabor y su profundo significado religioso, la capirotada es un elemento central en las reuniones familiares y comunitarias durante la Semana Santa, comentó, la preparación de este platillo es una actividad que reúne a varias generaciones, con cada miembro de la familia aportando su toque personal a la receta.
El proceso de cocinar la capirotada es una oportunidad para compartir historias, transmitir tradiciones y fortalecer los lazos familiares, creando recuerdos que perdurarán por generaciones.
En resumen, la capirotada es mucho más que un simple postre de la Semana Santa; es un símbolo de identidad cultural, tradición y fe que añade un sabor único y especial a esta época del año. Su elaboración es un acto de amor y devoción que une a las familias y comunidades en la celebración de una de las festividades más importantes del calendario religioso.