
Banderazo de salida al operativo vacacional de la Policía de Etchojoa, con ello, también luz verde a esta banda de forajidos con uniforme que atraca, extorsiona y despoja a los automovilistas
ESCENARIO POLÍTICO
#lalecturaobligada
José René Rosas
En un tramo carretero de escaso un kilómetro de longitud, que corresponde al acceso y salida de la cabecera municipal de Etchojoa, los automovilistas en tránsito por esta ruta que comunica con Navojoa y Huatabampo, que forzosamente tienen que recorrer por necesidades diversas, se sienten expuestos y la incertidumbre los invade; mientras circulan en esta área experimentan un verdadero terror psicológico ante la posibilidad de ser detenidos, extorsionados, atracados y eventualmente despojados por elementos de la temida policía etchojoense.
La misma situación es cotidiana en el resto de las vías carreteras de esta demarcación, desde la zona de la comisaría de Bacobampo, hasta en puntos más alejados como Buaysiacobe; al avistar un retén policíaco tan comunes en la geografía municipal, los indefensos conductores que desafortunadamente les toca enfrentar la artera presión, hostigamiento y hasta amenazas de los feroces elementos de la policía, saben que cualquier detalle de la unidad que conducen, documentos, tarjeta de circulación, luces, entre otros, son utilizados en un literal asalto con todos los agravantes, sin embargo, la conducción punible será la principal causa de infracción y el alcoholímetro la herramienta de ingresos.
Si no se encuentra un motivo real para una infracción, se inventan faltas y se amedrenta al conductor con preceder a la detención de la unidad automotriz, traslado a los corralones, lo cual incluye además del inconveniente para los automovilistas de quedarse sin su medio de transporte, cubrir las multas, el arrastre de la grúa y el almacenamiento del vehículo según los días que permanezca en el depósito. Ante la expectativa de un costo por lo menos de cinco mil pesos, la “oferta” de pago de un cincuenta por ciento para la liberación inmediata es una opción obligada para los automovilistas, una verdadera odisea que forma para de la vida cotidiana en este municipio, de lo anterior, cientos de ciudadanos que han pasado por este viacrucis lo pueden constatar y esta anomalía aún sigue presente, a pesar del compromiso de las autoridades de erradicarlo.
Al respecto, el alcalde Luis Arturo Robles Higuera, junto con el regidor Rosario Rodríguez presidió el acto de entrega de nuevos uniformes a la corporación, además de unidades de emergencia equipadas para el operativo de prevención y vigilancia del periodo vacacional de Semana Santa, con los elementos de Seguridad Pública ahí reunidos, no hubo ningún exhorto ni mención alguna con relación a los casos de extorsión denunciados en las redes sociales, que ahí quedan por que es mayor el temor a represalias futuras además de que quienes tienen la responsabilidad no resuelven nada, sólo pérdida de tiempo.
El edil Rosario Rodríguez, quien el el presidente de la Comisión de Seguridad Pública en el Cabildo de Etchojoa, quien a través del área de Honor y Justicia, que en el papel investiga y sanciona los casos de corrupción al interior de la corporación policíaca, no se ha pronunciado en absoluto sobre este delicado tema. En el transcurso de este período vacacional el problema puede alcanzar su punto máximo, ante el intenso éxodo de vacacionistas con destino a las playas de Huatabampito, El Siari o al puerto de Yavaros, que sin otras opciones de tráfico o rutas alternas, circularán por las peligrosas carreteras de Etchojoa.
En el evento referido, el edil Rodríguez Quiñones, expresó lo siguiente:
“Hoy fue un gran día para la seguridad pública de Etchojoa.
Como presidente de la Comisión de Seguridad Pública, me enorgullece que se dignifique la labor del policía y reitero mi compromiso con la ciudadanía: estoy a sus órdenes ante cualquier injusticia”.
Adjunto a esta información, además de las imágenes relativas a la entrega de uniformes, se incluye una fotografía de los elementos policiacos al servicio del municipio de Etchojoa, en ella, algún ciudadano quizá podría recordar alguna extorsión pasada y reconocer a su atracador.