¿Por qué los jóvenes ya no quieren tener hijos?
Jun. 21.- La Tasa de Fertilidad Total (TFR) ha disminuido notablemente en las últimas seis décadas, informó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En 1960, el promedio de hijos por mujer en los países de la OCDE era de 3.3, mientras que en 2022 esta cifra se redujo a 1.5 hijos por mujer. Esta tasa, asegura que se encuentra por debajo del nivel de reemplazo poblacional, que es de 2.1 hijos por mujer.
La OCDE afirma que esta tendencia tendrá un impacto significativo en la estructura de las sociedades, comunidades y familias, así como en el crecimiento económico y la prosperidad futura.
En 2022, la edad promedio de las mujeres al dar a luz en los países de la OCDE fue de 30.9 años, un incremento considerable en comparación con los 28.6 años registrados en el año 2000.
Este retraso en la maternidad, junto con el aumento de la infertilidad, es una de las causas principales de la disminución en la tasa de fertilidad.
En países como Italia y España, aproximadamente una de cada cuatro mujeres nacidas en 1975 no tuvo hijos, y en Japón esta cifra se eleva al 28%, señalan.
La OCDE destaca que los jóvenes enfrentan desafíos económicos y sociales que dificultan su transición a la paternidad.
La inseguridad económica, los altos costos de la vivienda y la falta de estabilidad laboral son factores que influyen negativamente en las decisiones de tener hijos. Además, las sucesivas crisis globales, como la pandemia de covid-19 y la crisis del costo de vida, han incrementado las inseguridades entre los jóvenes.
Según la OCDE, estos factores, junto con una mayor aceptación social de la decisión de no tener hijos, contribuyen a la baja tasa de fertilidad.
La OCDE sostiene que la posibilidad de que las mujeres puedan combinar la vida laboral y familiar de manera equitativa con los hombres tiene un efecto positivo en las tasas de fertilidad.
Las políticas que promueven la igualdad de género, como el permiso parental remunerado y el acceso a servicios de cuidado infantil de calidad y asequibles, son cruciales. Estas medidas no solo mejoran las tasas de fertilidad, sino que también tienen un impacto positivo en los resultados económicos, asegura la OCDE.
Información de: proyectopuente.com.mx