Competitividad a la baja

Perspectiva

Por Moisés Gómez Reyna

Más de la mitad de los estados de México han retrocedido o se han estancado en materia de competitividad durante el último año, esta es una de las principales conclusiones a las que llegan los resultados del Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2024.

Recientemente el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), dio a conocer los resultados de este estudio que evalúa las fortalezas y debilidades de las 32 entidades federativas del país.

El instituto lo hace desde hace 18 años, para promover políticas públicas que impulsen la atracción, generación y retención de talento e inversión.

En esta edición, la Ciudad de México se ubicó en primer lugar, mientras que Oaxaca en la última posición, con competitividad muy baja. En el caso de Sonora se situó en la posición 7 de las 32 entidades.

Más allá de las posiciones particulares que haya logrado cada uno de los estados del país, lo que resulta muy revelador es que de las 32 entidades, 10 retrocedieron en sus niveles de competitividad y ocho se estancaron, es decir, ni retrocedieron ni avanzaron.

Esto significa que el 56% de los estados del país no vieron crecer su competitividad o incluso disminuyó, y apenas el 44% sí registró avances.

Además, los datos recolectados por el IMCO reflejan que el efecto de la pandemia se ha disipado y evidencian retos que existen para el diseño de políticas públicas.

Luego del paso de la pandemia, se incrementó la actividad económica y la movilidad, de acuerdo con los resultados del subíndice de Infraestructura. Aquí, en promedio las 32 entidades mejoraron en 6 de 8 indicadores: telefonía móvil, acceso a internet, terminales punto de venta, uso de banca móvil, captación de ahorro y flujo de pasajeros aéreos.

Pero en contraste, son evidentes las secuelas que dejó el COVID en el subíndice de Sociedad y Medio ambiente, donde el promedio de las 32 entidades empeoró en 5 de sus 9 indicadores, tal como: caudal tratado de aguas residuales, morbilidad por enfermedades respiratorias, cobertura educativa, mortalidad infantil y personal médico y de enfermería.

Ante este panorama y para impulsar la competitividad de los estados, el IMCO propone lo siguiente:

1. Diseñar estrategias locales de atracción de inversión enfocadas al fenómeno del “nearshoring” (relocalización de las inversiones), a partir de la creación o reforzamiento de agencias estatales de promoción económica.

2. Crear estrategias de digitalización para impulsar el acceso a servicios de telecomunicación e internet para toda la población.

3. Fomentar la vinculación entre las industrias e instituciones de educación Media Superior y Superior a fin de promover habilidades relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.   

4. Promover el uso de medios digitales para presentar denuncias y darles seguimiento como herramienta de apoyo para las fiscalías estatales.

5. Diseñar estrategias digitales para mejorar el acceso a servicios de salud. Por ejemplo, favorecer el uso de expedientes clínicos digitales para reducir tiempos de espera en la prestación de los servicios.

6. Realizar un manejo proactivo de la deuda pública para procurar una estrategia enfocada en financiar proyectos productivos que resuelvan las problemáticas a nivel local.

Estas propuestas del IMCO resultan muy pertinentes en medio de los principales problemas y retos que afronta el país, como son la atracción de inversiones, el combate a la inseguridad y la necesidad de una mejora sustancial en la educación y los servicios de salud.

Debemos tener claro que si no mejoramos la competitividad de los estados y las regiones, eso se traducirá en que no seremos capaces de atraer y generar inversiones y talento, y por tanto habrá estancamiento y una incipiente generación de nuevos empleos.

Twitter: @gomezreyna

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