Se duplica tráfico vehicular en Hermosillo; en 5 años pasó de 376 mil a 595 mil automóviles
HERMOSILLO, Sonora, abr. 15.- En tan solo cinco años, del 2017 al 2022, el tráfico vehicular en Hermosillo, Sonora, casi se duplicó, luego de registrar un aumento de 376 mil a 595 mil automóviles, en una ciudad con aproximadamente un millón de habitantes y cuya zona urbana cada año crece más, según la organización de Hermosillo ¿Cómo Vamos?
La venta de automóviles en agencias, así como en zonas de oferta de vehículos usados, y ante la necesidad de trasladarse por trayectos extensos en la ciudad, no solo ha aumentado el parque vehicular de la capital, sino también otros aspectos como las multas de tráfico.
De acuerdo con datos de la Policía Municipal, en el primer trimestre de 2023 se registraron 590 multas de tráfico por estacionarse en banquetas, mientras que en este 2024 la cifra creció a mil 132.
Únicamente en 2023, autoridades municipales registraron un total de 3 mil 385 multas por estacionarse en banquetas, 32 mil 795 por hacerlo en zona prohibida y 2 mil 651 por estar en carril exclusivo para bicicletas.
Diversos especialistas coinciden en que la falta de espacios y vías para otros medios de transporte en Hermosillo, así como el mantenimiento del mismo, han generado que las y los ciudadanos tengan que optar por comprar un automóvil, aumentando así el tráfico en las calles, cuyo pico es en las primeras horas del día, en los principales bulevares de la ciudad.
Hugo Moreno, arquitecto y activista por la seguridad vial, señaló que tener sistemas de transporte adecuados para la población coadyuva en la reducción del uso de automóviles.
“Lo que hace que disminuyan los autos es que otros sistemas de transporte sean lo suficientemente buenos, que las banquetas sean seguras, accesibles, que no estén obstruidas por vehículos, por postes, macetas, también tienen que estar sombreadas”, argumentó.
Según la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, en el artículo 6, se lee: “La planeación, diseño e implementación de las políticas públicas, planes y programas en materia de movilidad deberán favorecer en todo momento a la persona, a los grupos en situación de vulnerabilidad y sus necesidades, garantizando la prioridad en el uso y disposición de las vías, de acuerdo con la siguiente jerarquía de la movilidad”.
Respecto a las personas que incumplen dicha normativa, Lupita Peñuñuri, activista y miembro de la mesa de Movilidad y Desarrollo Urbano de Hermosillo ¿Cómo Vamos?, señaló:
“Si bien ha aumentado el volumen de automóviles, nada puede justificar la falta de respeto hacia las personas peatonas, es una falta de cultura, en donde siempre ha prevalecido la idea de que el automóvil es el rey de la calle; la pirámide de movilidad dice que la prioridad es de los peatones”.
En el caso de Hermosillo, la arquitecta contestó que en la ciudad la pirámide “siempre ha estado invertida”. Explicó además que un auto dura el 95% de su tiempo útil estacionado, razón por la cual atribuyó que su uso es “la manera más ineficiente de movernos”.
Por otro lado, ambos activistas detectaron que las cerradas en la periferia de Hermosillo representan un problema para la densidad de automóviles en la ciudad, pues estos espacios, al no tener más usos que la vivienda, obliga a las personas a salir en auto para poder comprar, ir a las escuelas o al trabajo.
Para revertir dichos problemas, los dos entrevistados aseguraron que el transporte público, así como la ciclovía y banquetas habilitadas para peatones (arboledas y pensadas para discapacitados), son un comienzo.
“Tenemos que manejar un modelo de ciudad diferente a lo que estamos acostumbrados, empezar a pensar en una ciudad compacta, más a escala humana donde cada persona tenga opciones para transportarse de la manera que más le convenga y que el auto, sea un instrumento de libertad, no una especie de prótesis a la que tengamos que estar ligados de por vida”, concluyó Peñuñuri.
Información tomada de proyectopuente.com.mx