La inmoralidad política de Jorge Alberto Elías Retes

ESCENARIO POLÍTICO

José René Rosas

El pasado 19 de abril venció el plazo para que el IEE de Sonora emitiera la resolución de las candidaturas a los ayuntamientos, es decir, la calificación aprobatoria o en su defecto denegada, para cada uno de los aspirantes a las 72 alcaldías de igual número de municipios que integran la división política del estado, sin embargo, a pesar de iniciada la etapa proselitista, en el caso de Navojoa resulta incierto el estatus oficial de Jorge Alberto Elías Retes, alcalde en funciones porque no solicitó licencia para separarse del cargo y al mismo tiempo ostenta la candidatura común al mismo cargo por Morena, PT, el Partido Verde, PES y Nueva Alianza; tal postulación se ubica en el limbo electoral por la indefinición si ésta tiene carácter de reelección o en su defecto, es una candidatura normal designada por un partido, en virtud que tampoco encaja en el modelo de coalición.

Además de la incertidumbre electoral, el IEES también ha sido omiso en la disyuntiva que plantea el hecho que Elías Retes permanezca al frente del ayuntamiento de Navojoa en calidad de alcalde y a la vez se desempeñe como candidato en el proceso electoral vigente, un registro inédito en la historia política de este municipio. Si bien la ambigüedad en la legislación estatal, deja abierta la opción de que un presidente municipal que se postule a una elección consecutiva, decida solicitar licencia o en su defecto permanecer en el puesto, esta alternativa tiene vigencia sólo hasta un día antes de que inicie el período de campaña, pero fungir como autoridad municipal y ser candidato oficial no existe precedente.

En este contexto, el árbitro del proceso electoral en Sonora, incumple con su función regulatoria y garante de la legalidad de la elección , en primer término por la inequidad y la clara ausencia de “piso parejo” en relación al resto de los contendientes. Jorge Alberto Elías ha dicho al respecto que tiene delimitadas ambas responsabilidades, el horario normal de su trabajo como alcalde de Navojoa es de ocho a tres de la tarde, como si fuese un simple burócrata, después de cumplir esa jornada, el tiempo disponible será dedicado a la investidura de candidato de Morena al mismo cargo, cuando la línea que separa las dos actividades es tan delgada, imperceptible o aún peor, si ésta no existe en realidad, el punto en cuestión adquiere un concepto de inmoralidad política.

No obstante, el cargo constitucional advierte que un alcalde asume esa responsabilidad las 24 horas de todos los días en los tres la del período, aunque Elías Retes es presidente municipal interino, por lo tanto no puede, según su propia conveniencia, establecer por decreto particular cuando es autoridad y en qué momento se despoja de su investidura para convertirse en candidato buscando una posición de elección popular, no le corresponde emitir un juicio al respecto, para eso está el juez del proceso que en este caso es el Instituto Estatal Electoral de Sonora, IEES, que con su pasividad, parcialidad y omisiones, no está a la altura de la justa democrática que involucra a los ciudadanos sonorenses, tanta permisividad, concesiones y favoritismo oficialista, merece el rechazo y la condena de la sociedad, permitiendo y solapando un proceso con los dados cargados.

Sobre Jorge Alberto Elías Retes, su nebuloso pasado y la forma en que se sube al barco morenista, refleja con nitidez su personalidad con tendencia hacia la ilegalidad, lo hace en los negocios privados y por añadidura también en el servicio público al que llegó con la complicidad del gobernador Alfonso Durazo, su aval, su padrino político en base a oscuros compromisos; si la conducta proclive al desafuero caracteriza a Elías Retes, la garantía de impunidad lo faculta a mayores hazañas turbulentas, si ya hace a su voluntad en el período interino como alcalde, cuantimás lo hará por tres años adicionales si esta infamia se consuma en perjuicio de los navojoenses.

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