15 millones de niños y adolescentes no tienen acceso a la salud en México

En México, la población con carencia por acceso a la salud se triplicó entre 2016 y 2022, pasando de 5 a 15 millones. Las cifras más alarmantes se encuentran en el grupo de la primera infancia, donde la mitad de los menores de 0 a 5 años están fuera de la cobertura de servicios médicos.

ESPECIAL, abr. 30.- Los niños y niñas en México conforman uno de los grupos más vulnerables entre la población. Uno de sus derechos más limitados es el de la salud: 15 millones de niños y adolescentes presentan carencias en el acceso a servicios médicos.

En el marco del Día del Niño en México se visibilizan los enormes retos que enfrenta el país para garantizar a las infancias el acceso a sus derechos fundamentales. Se enfatiza en el derecho a la salud, debido a que en los últimos años se han registrado retrocesos importantes en la cobertura.

Entre 2016 y 2022 la población infantil con carencia por acceso a la salud se triplicó, pasando de cinco a 15 millones de personas.

En la primera infancia se encuentra la cifra más preocupante: 46% de los bebés y niños de cero a cinco años están fuera de la cobertura de salud, de acuerdo con cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) para 2022.

Se observa que conforme los menores se van acercando a la mayoría de edad, disminuye la presencia de esta carencia, pero se mantiene en niveles alarmantes: el 43% de los niños de seis a 10 años presenta carencias para acceder a servicios de salud, mientras que para los menores de 11 a 17 años la cifra se reduce a 39 por ciento.

Resalta que en la primera infancia —que es cuando más población enfrenta carencia por acceso a la salud— es cuando más se necesita.

Tres de las cinco causas de muerte principales en este grupo de edad (las complicaciones relacionadas con atención perinatal, las infecciones respiratorias y las infecciones intestinales) son evitables con la atención médica adecuada y oportuna.

Infancias más vulnerables

Ya las cifras nacionales exponen la necesidad de reforzar las políticas públicas para universalizar el derecho a la salud, especialmente entre la población infantil. Sin embargo, se observa que la problemática es significativamente mayor en algunas regiones del país, las rurales y las más pobres.

Los estados en donde se presentan los niveles más preocupantes son Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo y Michoacán donde cerca de seis de cada 10 niños, niñas y adolescentes están fuera del alcance de los centros de salud, clínicas y hospitales.

Estas cifras se alinean con las tasas de disponibilidad y accesibilidad de servicios y personal médico. En estas entidades se concentra una gran parte de las localidades indígenas y rurales de México, mismas que cuentan con escasa infraestructura para la prevención y atención de la salud.

Al corte del 2021, se registró que las localidades urbanas tienen hasta 15 veces más hospitales que las zonas rurales. Una desigualdad que no se ha logrado reducir en casi una década.

El derecho a la salud con visión amplia

La carencia por acceso a la salud no considera sólo la condición de afiliación de los menores de edad, sino la capacidad de acceder efectivamente a los servicios de las instituciones.

Adicionalmente, otros derechos, como el de la seguridad alimentaria o el de vivienda y espacios dignos, condicionan el acceso efectivo a la salud. Los menores de edad que no reciben los nutrientes adecuados con su edad o quienes viven en hogares sin drenaje son más vulnerables a presentar complicaciones de salud.

De acuerdo con las cifras del Coneval, en México hay ocho millones de niños, niñas y adolescentes que presentan carencia en el acceso a una alimentación nutritiva y de calidad. Este total representa al 21% del total de menores de 18 años.

La vivienda digna tampoco es una realidad para las infancias de este país: el 22% de los menores presentan carencia por servicios básicos —agua potable, luz, drenaje y gas— en el hogar.

Además, el 13% de los menores en México no cuentan con viviendas construidas con materiales de calidad y con espacios dignos.

La atención de salud oportuna y adecuada en la infancia puede impactar positivamente en el desarrollo de la salud durante la vida adulta.

El derecho a la salud es un derecho humano fundamental, establecido por la ONU. Para avanzar en la universalización de este derecho es necesario atender las desigualdades estructurales que excluyen a los más vulnerables.

Por Ana Karen García

Información de: www.eleconomista.com.mx

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