El Moro de Cumpas, no era de Cumpas, conoce su historia
ESPECIAL, mar. 17.- Hoy es 17 de marzo, aniversario de la famosa carrera de El Moro de Cumpas y El Zaino de Agua Prieta; suceso que se convirtió en corrido y también en película.
Sonora, como muchos lugares del país, y del mundo, tiene historias particulares que se han popularizado, y cuyos protagonistas se hicieron leyenda.
El favorito era El Moro, que llegó como visitante a la fronteriza ciudad de Agua Prieta, donde sus resultados no fueron los esperados; En cambio, El Zaino, que en realidad se llamaba El Relámpago fue el que dio la sorpresa.
Corría el año de 1957, cuando el caballo propiedad de Pedro Frisby iba “especialmente a ganar”, así lo consigna el corrido que hemos escuchado en voz de Vicente Fernández, Antonio Aguilar, Lucha Villa, Chayito Valdez y del sonorense Gilberto “El Sahuaripa” Valenzuela.
El Caballo tenía 27 años y fue corrido en Agua Prieta por Gumercindo “Chindo” Valenzuela, el vaquero del Rancho Tres Nogales, ubicado en Cumpas, propiedad de Frisby.
El Relámpago fue el anfitrión
Por su parte, El Relámpago (El Zaino), era propiedad de Rafael Romero, dueño, a su vez, del Copacabana Club, un centro nocturno en cuyo frente se realizó la famosa carrera.
Este caballo tenía la fama de no haber perdido ni una carrera, y se enfrentaría la tarde del 17 de marzo a otro caballo famoso e invencible.
Cabe señalar que las carreras parejeras son un elemento cultural de los sonorenses, éstas no se llevan a cabo en un hipódromo en sí, sino en lo que se conoce como un taste, un camino de tierra en el que corren los caballos por los que se hacen apuestas.
Qué dice la letra de El Moro de Cumpas
Todo corrido tiene una historia o un antecedente, el de los famosos caballos sonorenses se mantiene vigente. En este caso, Leonardo “El Nano” Yañez fue el encargado de narrar lo sucedido antes, durante y después de la carrera… Y eso es lo que les dio fama, el talento de “El Nano”.
El diecisiete de marzo, a la ciudad de Agua Prieta
Vino gente de ‘ondequiera,
Vinieron a la carrera de El Relámpago y El Moro
Dos caballos de primera.
El Moro de Pedro Frisby era del pueblo de Cumpas
Muy bonito y muy ligero;
El Relámpago era un zaino, y era caballo de estima
De su amo, Rafael Romero.
Cuando paseaban al Moro se miraba tan bonito
Y empezaron a apostar;
Toda la gente decía que aquel caballo venía
Especialmente a ganar.
Cheques, billetes, y pesos le sobraban al de Cumpas
El domingo en la mañana;
Por la tarde, las apuestas pasaban de cien mil pesos
En esa Copacabana.
Frank y Jesús Valenzuela casaron quince mil pesos
Con el zaino de Romero
Y dijo El Puyo Morales, «Se me hace que con El Moro
Nos ganan todo el dinero».
Andaba Trini Ramírez, también Chindo Valenzuela
Paseando ya los caballos,
Dos corredores de faja, dos buscadores del triunfo
Los dos eran buenos gallos.
Por fin dieron el santiago y El Moro salió adelante
Con la intención de ganar,
Ramírez le tupe al zaino y arriba del medio taste
Dejaba al Moro pa’ atrás.
Leonardo Yáñez, El Nano, compositor del corrido
A todos pide disculpas,
Aquí se acabaron dudas, ganó el zaino de Agua Prieta
Y perdió El Moro de Cumpas.
¿De dónde viene El Moro de Cumpas?
Aunque El Moro de Cumpas haya perdido la carrera, lo que no perdió fue el protagonismo; el usuario de Facebook cumpassonmex señala que este caballo fue comprado como un potrillo que serviría como garañón, para mejorar la raza.
La primera sorpresa sobre su origen es que no era de Cumpas, sino de una región de Cocóspera, correspondiente al municipio de Ímuris.
Otro dato que te sorprenderá es que los propietarios del rancho donde nació El Moro, eran la familia Martínez, amigos de Pancho Villa, quien les regaló un caballo al que llamaron El Palomino de Villa, que montó a La Mora Changa, naciendo de esta cruza el famoso caballo que da a su vez, fama a Cumpas.
El corrido escrito por El Nano Yanez, por su parte, llegó a ser aprobado por el ídolo de la canción ranchera Pedro Infante, pero no alcanzó a grabarlo porque murió unos días antes de la carrera.
Otro cantante de música mexicana relacionado con El Moro, tanto con el corrido, como con la película y también con el animal fue el zacatecano Antonio Aguilar, quien compraba potrillos a la familia Martínez, y quien compró alrededor de una decena de hermanitos de El Moro, y descendientes del caballo que perteneció al Centauro del Norte, así lo dio a conocer vía Internet, el cronista de Cumpas, Martín Roberto Amavizca.
Por Judith Teresita León / El Sol de Hermosillo