El sueño de padre e hijo que se convirtió en el “trenecito” de Álamos 

NAVOJOA, Sonora, ene. 4 (NPN).- Lo que inició como un sueño entre padre e hijo, construir un tren a escala donde pudieran pasear por las calles de Álamos, se convirtió en un negocio con el que Jacobo Domínguez Domínguez se gana la vida desde hace poco más de 20 años.

El creador y conductor del famoso “trenecito” que da recorridos turísticos por la Ciudad de los Portales reveló que la idea surgió de su hijo cuando paseaban en el parque infantil de Ciudad Obregón.

“Mi pasatiempo es la herrería y modificar carros. La idea de hacer el trenecito fue de mi hijo cuando estábamos paseándonos en el parque infantil de ciudad Obregón”, comentó.

Y desde hace dos décadas el “trenecito” se convirtió en un icono de Álamos, pues los turistas lo buscan para pasearse e incluso, destacó,  se han subido personajes famosos como David Zepeda, Pedro Armendáriz Jr., en su momento gobernadores del estado de Sonora, entre otros.

“Para hacer el trenecito tuve que transformar un chasis de carro Nissan, fue un trabajo arduo y el tren mide unos 7 metros de largo”, explicó.

En la Plaza de Armas pueden encontrar a Jacobo y su trenecito el cual ofrece recorridos por los principales puntos de interés de Álamos y tiene capacidad para unos 50 tripulantes.

El costo del boleto es de 35 pesos y aunque hay otros vehículos que ofrecen un servicio similar, no hay otro trenecito y Jacobo fue el pionero en esta actividad en Álamos.

Por Quetza Valenzuela

Botón volver arriba