La(s) masacre(s) nuestras de cada día

Eruviel, Murat, Rubalcava: intereses mezquinos y traición.

ESPECIAL, dic. 20.- Un día sí y otro también despertamos informándonos sobre una o más masacres ocurridas en algún punto del territorio en horas anteriores. Ya nos hemos acostumbrado a ello y si bien mantenemos la capacidad de asombro ante la crueldad (creciente) de sus autores, no parece que conservemos sentimientos de misericordia hacia las víctimas y sus familiares o, lo más grave, la capacidad de protestar o rebelarnos ante la incapacidad e indolencia de los responsables de poner freno a tales atrocidades…

Definida por el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española como “la matanza de personas por lo general indefensas, producida por ataque armado o causa parecida”, hoy, en México, de confiar en el más reciente reporte de Causa en Común, hablamos de algo más de 420 masacres ocurridas en lo que va del año a punto de concluir, luego de contabilizar 500, 529 y 692 en los tres años anteriores que, obvio, han contribuido a hacer del actual sexenio el más violento de las últimas décadas, con más de 170 mil muertes dolosas cuando aún faltan por transcurrir nueve meses de su fracasada gestión.

Ello solo, más la ligereza y falta de respeto y de tacto de autoridades de los tres niveles de gobierno, de Andrés Manuel López Obrador y los suyos de manera especial, para juzgar los hechos más recientes (ocurridos en Salvatierra y Celaya, en Guanajuato) donde una veintena de jóvenes por supuestos excesos en el uso de drogas, fueron sacrificados por comandos del crimen organizado, mueve a levantar la voz y exigir al fallido gobierno de la 4T, tomar cartas en el asunto y con seriedad, definir alternativas para enfrentar a los autores de los mismos.

No hacerlo e insistir en mantener la estúpida y fracasada estrategia de abrazos, no balazos en el trato de los cárteles responsables del tráfico de drogas, la extorsión, secuestro y el robo a mano armada, entre otros muchos delitos, no hará más que evidenciar el temor o, peor, el acuerdo existente entre las bandas y las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional o policías estatales y/o municipales. Entre el crimen organizado y el gobierno en turno, pues.

No deberán pasar muchos días, lamentablemente, antes de que debamos atestiguar un acto de violencia masivo como los que citamos líneas arriba y, al propio tiempo, el nivel de indolencia e irresponsable incapacidad de autoridades ante el mismo. Ojalá y ahora nos equivoquemos…

ASTERISCOS

* No acaba de dictaminar la última de las impugnaciones legislativas contra actos del gobierno federal, y ya senadores de oposición solicitaron a la Suprema Corte, de Norma Lucía Piña, declare improcedente el altísimo nivel de endeudamiento —con bancos y organismos externos— solicitado por el Ejecutivo en la iniciativa de Presupuesto de Ingresos 2024.

* Ahora sí que dígase lo que se diga, la falta de mantenimiento a trenes e instalaciones del Metro sigue causando problemas a millones de usuarios capitalinos. Ahora precisamente, resulta que la accidentada L12 que el gobierno ofreció volvería a operar el 1º de julio, y luego este diciembre, bien podría hacerlo hasta bien avanzado 2024. Uff…

Veámonos el viernes con otro asunto De naturaleza política.

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