De Rosalía a Ricky Martin, el verano de los corazones rotos

Rupturas amistosas o batallas judiciales, acusaciones de infidelidad e intentos de reconciliación en forma de canción. En sus redes sociales muchos eran la pareja ideal, y cuando les ha ido mal, el resto de los mortales se consuela pensando que los famosos también sufren por amor

ESPECIAL, sep. 2.- No está siendo un verano fácil en cuanto al amor se refiere. Las estadísticas señalan que el periodo estival es en el que más rupturas y divorcios se producen, y los famosos no escapan a ello. Y menos este estío, donde parece que los astros se han alineado para que, prácticamente cada pocos días, los medios se hagan eco de una ruptura sorpresa o de un divorcio esperado, pero no por ello menos impactante. Por redes sociales, muchos han calificado las últimas semanas como El verano de los corazones rotos. Y ha habido tiempo para todo: acusaciones de infidelidad, canciones en busca de una posible reconciliación, portadas de revista virales y triángulos amorosos.

Junio comenzó con una ruptura nacional: Alejandro Sanz y Rachel Valdés ponían punto y final a su relación después de tres años. Fue la revista ¡Hola!, en exclusiva, la que anunció la separación y la que dio los motivos que llevaron al cantante madrileño a tomar la decisión: un desgaste en la convivencia y una diferencia de pareceres. Esta ruptura dio el pistoletazo de salida al verano del desamor. “Una ruptura es el desencadenante de una crisis previa, de conflictos que no se han abordado y que se han ido tapando con el devenir del tiempo. En verano tenemos más tiempo libre para nosotros mismos y para reflexionar, pensar en lo que queremos, en nuestros sentimientos y en cuestionarnos si dónde estamos y con quién estamos es dónde y con quién queremos estar”, explica la psicóloga de parejas Lorenlay Fraile. Además, el verano siempre se ha relacionado con la libertad, algo que para Fraile ayuda a recomponerse tras una ruptura: tendemos a pensar que es la mejor época para sobrellevar un duelo.

La separación de Sanz y Valdés no sería la única de junio. Solo unos días más tarde, medios estadounidenses confirmaban que los cantantes Taylor Swift y Matt Healey terminaban su fugaz noviazgo. No fueron ellos, sino las redes sociales y la prensa del corazón los que sacaron a la luz un romance que acabó siendo más un rollo de verano. Pero más allá de las típicas rupturas, estos meses estivales han estado protagonizados por matrimonios rotos. La primera pareja de famosos en solicitar los papeles de divorcio fue la formada por Tori Spelling y Dean McDermott, después de 17 años y cinco hijos en común. Otro protagonista ha sido Kevin Costner, que aunque se enteró en mayo (y por sorpresa) de que Christine Baumgartner le había pedido el divorcio, no ha habido semana veraniega sin noticias y titulares por las reclamaciones económicas de su ex.

Billy Porter, actor de Pose y cantante en Broadway, ha puesto punto y final a su relación con Adam Smith tras siete años de matrimonio. Según informó el representante de Porter en un comunicado enviado a People, la decisión fue “amistosa y mutua”. Un divorcio que, por tiempos y por forma de comunicarlo, se parece al anunciado por el cantante Ricky Martin y el pintor Jwan Yosef. Seis años de matrimonio que terminaron, al igual que el de Porter y Smith, con un comunicado enviado a la misma revista: “Nuestro deseo es continuar teniendo una relación centrada en la paz y la amistad”.

Estas dos últimas separaciones, a ojos del mundo, eran la ruptura ideal: todo terminaba bien y sin malos rollos. Pero solo era el aperitivo de lo que estaba por llegar. Ariana Grande y su marido, Dalton Gomez, rompían su matrimonio tras dos años casados. Aunque fuentes cercanas aseguran que su relación ahora es buena, la posibilidad de que hubiese terceras personas hizo saltar las alarmas. Medios estadounidenses no tardaron en relacionar a Ariana Grande con Ethan Slater, su compañero de reparto en Wicked. Ambos estaban casados y pusieron punto y final a sus matrimonios al mismo tiempo.

El 17 de julio fue un día duro para el amor. Al divorcio de Ariana Grande se sumaba, unas horas más tarde, la separación de la pareja de actores formada por Sofía Vergara y Joe Manganiello. Fueron ellos mismos los que confirmaron su ruptura tras siete años de matrimonio: “Hemos tomado la difícil decisión de divorciarnos. Todo parecía haber terminado bien, pero el paso de las semanas evidenció las posturas irreconciliables y las exigencias de ambos. Vergara ha solicitado ante los tribunales que Manganiello respete su acuerdo prematrimonial: quiere asegurarse de que se queda con las obras de arte, joyas y demás objetos de valor que poseía antes de que él apareciera en su vida.

Pocos esperaban lo que estaba por llegar: los cantantes Rosalía y Rauw Alejandro rompían tras dos años de noviazgo y una boda anunciada. De nuevo, fue People quien daba la noticia en exclusiva y ellos quienes la confirmaban días más tarde a través de Instagram. Las redes sociales se llenaron de mensajes de tristeza, teorías y supuestos de una posible infidelidad que el protagonista ha negado“No tenemos apenas acceso a ver lo que ocurre en su día a día, solo vemos lo que nos quieren mostrar. Estas parejas nos hacen de espejo. Si les va bien, me sirve de foco, deseo o envidia. Si les va mal, nos autoconsolamos pensando que ellos también sufren, son infieles y les dejan”, defiende Lorenlay Fraile.

Solo una semana después, llegarían otras dos nuevas rupturas, anunciadas, de nuevo, el mismo día: 2 de agosto. La cantante Tini Stoessel y el futbolista Rodrigo de Paul contaban, con un minuto de diferencia, que habían acordado dar por concluida su relación. Después, se hacía añicos el matrimonio formado por el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y Sophie Gregoire tras 18 años juntos.

Era principios de agosto y aún faltaba la separación que provocaría un terremoto mediático. Britney Spears, la cantante que transforma en titular cada paso —o baile— que da, y Sam Asghari ponían punto y final a una relación de siete años y uno de matrimonio.. En cuestión de 48 horas, la ya expareja daba sus respectivas explicaciones a sus seguidores: él, a través de su cuenta de Instagram, con un breve storie; ella, con uno de sus tradicionales bailes y un extenso texto.

A nivel nacional, ha habido un inesperado protagonista de las portadas del corazón de este mes de agosto: el expolítico Albert Rivera, que ha acaparado titulares, horas de programas de televisión y conversaciones en redes sociales. Aunque era un secreto a voces desde hace algunos meses, no ha sido hasta este verano que Rivera y Malú han confirmado su separación. Él lo ha hecho con actos, y apareciendo en las revistas con otras mujeres. Y ella en una entrevista.

No han sido unos meses fáciles para los que creen en el amor, ni para los que creen saber lo que pasa en una pareja solo viendo sus redes sociales.Está claro que el desamor ha llegado para hacer más amenos estos meses estivales, en los que las lecturas sobre posados veraniegos y lujosas vacaciones han dejado paso a las de rupturas y acuerdos matrimoniales. “Pensamos: ‘Si hasta ellos lo han dejado con lo buena pareja que hacían y lo felices que se les veía, ¿quién garantiza el para siempre de la mía?”, explica Fraile.

Por ANDREA JIMÉNEZ

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