Los tres ejércitos del Presidente

ESPECIAL, ago. 13.- El Presidente tiene tres ejércitos que cuidan su proyecto y velarán por la continuidad de la Cuarta Transformación en las próximas elecciones de 2024.

El primero de ellos son los llamados “servidores de la nación” que todos los días salen a las calles a dejar bien claro a los beneficiarios de los programas sociales que “su Presidente” les está entregando esas ayudas y que se acabarán si gana la oposición –lo que claramente es ilegal–. Es un grupo de aproximadamente 19 mil personas que, vestidas del color del partido oficial, se encargan de predicar la palabra del líder.

Según ha dicho el Presidente en diversas ocasiones, los servidores de la nación son los funcionarios más importantes de la “Cuarta Transformación”, pues son quienes están en contacto directo con el pueblo, recorriendo las comunidades, llegando a todos los rincones de la patria.

Al estilo de la administración actual, existe mucha opacidad sobre sus funciones y operación, pero en todo caso sabemos que están ahí para cerciorarse de aceitar la maquinaria clientelar que se teje desde Palacio Nacional.

El segundo ejército, es la organización que hace un decenio se encargaba de velar por la seguridad pública a nivel federal y garantizaba que nuestras fronteras no fueran vulneradas por naciones extranjeras. Nos referimos a esos militares que se iban a replegar a sus cuarteles, según lo declaró López Obrador, pero en su lugar, hoy, son una de las empresas con más poder del país y se dedican a administrar, con muy poca transparencia, los grandes proyectos del mandatario, desde el Aeropuerto de Santa Lucía, pasando por el Tren Maya, y llegando a la nueva aerolínea gubernamental, Mexicana de Aviación, entre otros tantos proyectos.

El problema de este ejército es que es una enorme corporación que tiene el monopolio del uso de las armas y a la que todos le temen –incluso la Auditoría Superior de la Federación se repliega para evitar auditarlos–. Claramente buscará mantener sus privilegios a como dé lugar y no dejará que nadie que no le convenga ocupe la silla presidencial.

El tercer ejército, el más sanguinario, son los grupos delincuenciales que controlan gran parte del territorio nacional y cuyos grupos se han beneficiado de la presente administración dirigida por el presidente López Obrador.

La directora de la DEA, hace algunos días, declaró que los cárteles de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación tienen cerca de 45 mil personas en sus filas –se llenaría la mitad del Estadio Azteca–, lo que los hace una gran organización para operar una elección.

Realmente no es muy claro si existe un pacto explícito con este tercer ejército, pero es un hecho que han operado en los últimos años a favor de Morena –como en las elecciones de Sonora o Sinaloa– y no se detendrán en el 2024 con todo lo que está en juego.

El problema de los tres ejércitos del Presidente es que los mueven sus propios intereses y la continuidad de la Cuarta Transformación. A los ciudadanos, esos que trabajamos por un mejor país y pagamos impuestos, nadie nos cuida. De ahí los 160 mil homicidios del sexenio. Por eso las carencias en los sistemas de salud público. El desprecio por las voces opositoras.

Al Presidente y a sus secuaces lo único que les interesa es conservar el poder y por eso echarán mano de esos tres ejércitos que se encargarán de operar la elección del próximo año.

Por Ricardo Alexander Márquez

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