Debilitamiento muscular por la edad, ¿te podría pasar?

ESPECIAL, ago. 24.- Se conoce como sarcopenia al proceso generado por el envejecimiento donde se presenta una pérdida progresiva de masa y fuerza muscular. Aunque no existen datos precisos sobre este padecimiento, la Secretaría de Salud señala que a partir de los 30 años se empieza a disminuir la masa muscular a lo largo de cada década de vida.

Generalmente este padecimiento se define como una disminución en la fuerza, en el rendimiento y en la masa muscular desde un punto de vista clínico y considerándose como una insuficiencia del músculo esquelético, señala el Dr. Juan Pablo Arriaga García Rendón, geriatra del Centro Médico ABC.

En el cuerpo humano existen más de 600 músculos, equivalente al 40% de la masa corporal de una persona y están compuestos de proteína en un 80%; en total equivalen al 50% de toda la proteína que hay en el cuerpo.

Para los adultos mayores a 50 años, la pérdida de masa muscular se estima entre un 1 y un 2% por año; esto se debe, en mayor medida, a un desgaste muscular progresivo, junto con la pérdida de las fibras musculares relacionadas con los movimientos rápidos de una persona y las neuronas motoras, las cuales se encargan de controlar la actividad muscular.

¿Cómo saber si tengo sarcopenia?

Más allá del envejecimiento, existen algunas características de relevancia para la aparición de sarcopenia en una persona, señala el Dr. Arriaga. En primer lugar, está su origen que se puede dividir en dos categorías:

  • Primaria: esta se relaciona con la edad y, por ende, es la sarcopenia en general.
  • Secundaria: se genera debido a factores no relacionados con el envejecimiento, puede ser por enfermedades como el cáncer o insuficiencias orgánicas; también se puede originar por inactividad física voluntaria o involuntaria y por una inadecuada alimentación.

Se considera como aguda cuando tiene menos de seis meses de presentarse o como crónica cuando supera estos seis meses.

Además de lo anterior, dentro de los factores de riesgo que pueden existir están:

  • Edad: conforme uno va envejeciendo, mayor será la disminución de la fuerza muscular.
  • Cambios hormonales o genéticos: la variación en las hormonas sexuales o del crecimiento, disminución en la vitamina D, la presencia del gen de miostatina que puede generar un mal crecimiento del músculo, son algunos ejemplos de situaciones que pueden desencadenar esta enfermedad.
  • Poca actividad muscular: sin importar si sucede por un estilo de vida sedentario, estar inmovilizado u hospitalizado.
  • Trastornos metabólicos: la presencia de desórdenes endocrinos, enfermedades inflamatorias crónicas, insuficiencia del corazón, pulmón, hígado, riñón o cerebro; y la disfunción mitocondrial son otras afectaciones que pueden generar una disminución en la fuerza muscular.
  • Obesidad: la obesidad sarcopénica se presenta cuando la masa corporal magra se reduce por el exceso de grasa localizada en el cuerpo, infiltrando grasa en el músculo, disminuyendo su función y aumentando el riesgo de mortalidad.

El grado del debilitamiento muscular, así como su tamaño físico, está relacionado con el estilo de vida a largo plazo que ha tenido la persona y, principalmente, ante el grado de actividad física o ejercicio que realizó durante los años previos.

Un ejemplo de esto, comenta el Dr. Arriaga, son los adultos mayores que entran en la categoría sanos, donde entre el 0 y el 15% de ellos tienen algún grado de sarcopenia; por otro lado, los adultos mayores con hospitalización aguda, entre el 10% y el 76% de ellos tienen este padecimiento.

Es importante sospechar de debilitamiento muscular si se ha superado los 50 años y se tiene uno o más de los factores de riesgo. Adicional a esto, las personas pueden tener una sensación de debilidad, dificultad para ponerse en pie, caminar lento y la presencia de caídas recurrentes. Otro elemento que se puede relacionar a sarcopenia es la pérdida de peso sin una razón aparente o la pérdida de masa muscular.

¿Cómo tener un diagnóstico oportuno de la sarcopenia?

Tener esta enfermedad puede desencadenar un mayor riesgo para la salud debido a una mayor probabilidad de caídas y fracturas, problemas en el movimiento, fragilidad física e incluso discapacidad o mortalidad.

Ante esto, es importante tomar medidas preventivas y auxiliares para combatir el debilitamiento muscular.

Actualmente, no existe una única manera para lograr el diagnóstico de sarcopenia, pero es frecuente emplear cinco conceptos para sospechar de ella:

  • Dificultad para levantar cinco kilos o menos.
  • Requerir ayuda al caminar.
  • Dificultad para moverse de una silla a la cama y viceversa.
  • Problemas para subir menos de 10 escalones.
  • Una o más caídas, sin motivo aparente, en el último año.

En caso de haber vivido una de estas situaciones es una buena idea asistir al médico. Lo recomendable es que un geriatra sea el encargado de dar atención médica, debido al amplio espectro que implica el padecimiento, que incluye alimentación, estilo de vida y otras situaciones particulares en el adulto mayor.

Generalmente los médicos emplean la medición del físico de la persona con una combinación de masa muscular, fuerza muscular y su rendimiento físico para diagnosticar el padecimiento.

Lo ideal es prevenir la aparición de sarcopenia y esto se logra con revisiones periódicas con el médico y un estilo de vida saludable que incluya realizar actividad física de manera regular, mantener una buena nutrición con la ingesta de energía y proteínas conforme a lo que tu cuerpo necesita, así como mantener un peso corporal adecuado para la estatura.

Una vez diagnosticado el padecimiento, se deberán realizar ejercicios de resistencia mediante el uso de ligas o de pesas, con el objetivo de mejorar la fuerza y potencia en los grupos musculares; esto se debe de lograr en brazos y piernas. Algo a destacar, dice el Dr. Arriaga, es que el ejercicio cardiovascular que es frecuentemente indicado por los médicos para otros padecimientos o situaciones, no logra un impacto en la sarcopenia, por este motivo es importante que se realicen ejercicios de resistencia.

También es clave para la salud muscular la ingesta adecuada de proteínas, en caso de que los niveles recomendados no se alcancen con los alimentos habituales, se puede apoyar con suplementos nutricionales bajo supervisión médica para no llegar a un nivel menor de lo adecuado o a un nivel por encima de lo requerido.

En el área de Medicina Interna del Centro Médico ABC encontrarás a médicos geriatras que ayudarán a cada paciente en su proceso de envejecimiento y todo lo que esto conlleva. Por último, la sarcopenia no es una consecuencia inevitable del envejecimiento, es más un proceso que puede llegar a ser modulado mediante un estilo de vida y nutrición saludable.

El centro médico ofrece un enfoque multidisciplinario para abarcar todos los requerimientos necesarios y lograr así un envejecimiento saludable, concluye el Dr. Arriaga.

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