Ártico perderá todo su hielo por primera vez durante los próximos 20 años

Por José A. González

ESPECIAL, jun. 6.- Cada final del verano, el hielo del Ártico llega a su mínimo. De un tiempo a esta parte a ese sustantivo le acompaña el adjetivo calificativo ‘histórico’. Así durante los últimos ejercicios del siglo XXI.

Los datos de la NASA, apoyado en sus satélites, lo certifican: la extensión ha ido menguando con el paso de las décadas. La pregunta que muchos investigadores se han hecho es: ¿cuándo desaparecerá? La respuesta ha llegado hoy: “Ya en 2030, podría ser un océano deshelado en el mes de septiembre”.

El intervalo temporal aportado por esta nueva investigación publicada este martes en Nature señala a 2030-2050. Un periodo que adelanta una década el vaticinio “en los escenarios de bajas emisiones de gases de efecto invernadero”, alertan los autores de la investigación.

Cada año la historia se repite. La solidificación del Ártico llega en invierno y la fusión en verano. Sin embargo, el calentamiento global impide que se congele tanto como debería y lo funde más rápidamente. Si la mínima extensión del hielo registrada en septiembre de 2022 fue la décima peor marca registrada, el máximo al que ha llegado en marzo de 2023 es el quinto más exiguo.

“Los efectos de un Ártico sin hielo se notarán tanto en los ecosistemas naturales como en los sistemas sociales, incluso más allá de la región ártica, tanto por la retroalimentación positiva del albedo que aceleraría el calentamiento global, como por otros procesos tales como la perturbación del ciclo del carbono o los cambios en procesos marinos”, advierte Ernesto Rodríguez Camino, meteorólogo superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española, en Science Media Centre.

Una normalidad a la que, según los autores, habrá que acostumbrarse: “Es importante planificar y adaptarse a un Ártico sin hielo durante alguna parte del año en el futuro cercano”.

El trabajo, liderado por Min, basa sus conclusiones en la revisión de imágenes satelitales desde 1979 hasta 2019. Casi medio siglo de datos que revelan una certeza: el Ártico pierde hielo todos los años. “Desde el 2000 se ha acelerado”, precisan en el texto.

Para validar sus resultados sobre el futuro, compararon los datos históricos con los actuales: “En todos los escenarios futuros considerados, incluido el escenario más optimista con reducciones sustanciales en las emisiones de gases de efecto invernadero, el Ártico estará libre de hielo por primera vez en septiembre antes de 2050”, concluyen.

“Esto es otra evidencia de lo rápido que está avanzando el calentamiento global y de la aceleración de los impactos en el planeta que afectarán a las sociedades y economías globales”, apunta Pep Canadell, director ejecutivo del Global Carbon Project e investigador jefe del Centro de Ciencias del Clima CSIRO en Canberra (Australia), en declaraciones recogidas por Science Media Centre.

Más calentamiento global

No obstante, esta fusión del casquete polar del Ártico no conllevará un aumento del nivel del mar. El hielo ártico ya está en el agua, pero sí provocará que la temperatura aumente favoreciendo el temido calentamiento global.

Tanto en el Ártico como en la Antártida, las grandes superficies de hielo reflejan eficazmente la energía del Sol y la reenvían al espacio. Esta reflexión, también conocida como albedo, significa que el hielo se calienta mucho menos rápidamente que las superficies no cubiertas por hielo. Pero si el hielo comienza a derretirse, el albedo disminuye, creando un círculo vicioso negativo: la superficie absorbe más calor, provocando un mayor deshielo, lo que lleva a que el albedo siga aumentando y así sucesivamente.

“Este trabajo reduce la ventana de tiempo de la que disponemos para avanzar en las medidas de adaptación frente a un escenario de océano Ártico libre de hielo”, advierte Rodríguez Camino.

Información de ABC

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