Vive tu vida de tal forma que para convencer, en vez de discutir, solo tengas que mostrar lo que has hecho

La argumentación de ideas sin duda es un excelente ejercicio tanto para dilucidar la verdad como para avanzar en ella, pero cuando se trata de convencer de lo que somos ¿qué crees pese más: lo que uno diga o lo que uno muestre y demuestre?

No sé si te ha tocado una discusión deportiva, sobre todo cuando entre amigos se está viendo un partido donde los reunidos tienen diferentes equipos a los que le van. Ganen o pierdan sus equipos siempre entrarán en discusión tratando de demostrar que lo mismo uno que otro tienen razón en sus apreciaciones.

Algo así pasa con las personas que quieren convencer a los demás sobre lo que ellas son: dicen y dicen y dicen pero, al igual que la discusión anterior que todo se reduce al marcador, el peso no está en lo que se dice sino en lo que se muestra y demuestra.

¿A qué viene esto? Te lo explico, pero antes déjame comentarte un ejercicio que manejo en mis talleres de liderazgo, emprendedurismo y motivación. En esos talleres les pido (y ahora de igual forma te lo pido a ti), que en una columna pongas aquellas cosas que te definen como persona, refiriéndonos a esta definición a aspectos relacionados con ideas, principios y valores.

Palabras como honestos, congruente, valiente, patriota, comprometido, etc. surgen de este ejercicio, pero el mismo no termina ahí, el siguiente paso es que en otra columna, relacionando cada palabra que escribiste y que te definía, hablando de ideas, principios y valores, pongas ahora hechos que demuestren sin necesidad de palabrería eso que dices te define.

Este ejercicio no es para mostrar luego los resultados sino que es eminentemente personal y busca evidenciarte ante ti mismo que lo que dices ser si no va acompañado de eventos contundentes que hablen por ti solo queda en palabrería.

Pero de igual forma esto no termina ahí pues lo importante es que de la reflexión venga la acción y que señales que hechos quisieras escribir en tu futuro para que fueran ellos los que hablaran de lo que tú dices ser.

La cuestión aquí radica vivir con congruencia y entender que lo que uno piensa y siente no es visto por lo demás, solo lo que uno hace, en este sentido vive tu vida de tal forma que para convencer, en vez de discutir, solo tengas que mostrar lo que has hecho.

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial – Gestión Universitaria – Liderazgo Emprendedor www.rocefi.com.mx

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/weF6hyszWEk

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