Año preelectoral podría complicar las finanzas mexicanas
ESPECIAL, ene. 17.- La escena política en México empieza a ‘calentar motores’ rumbo a las elecciones de 2024 para definir al sucesor del presidente Andrés Manuel López Obrador, elemento que podría impactar en la economía del país.
Específicamente en el ejercicio de los recursos públicos, esto ante la necesidad de consolidar los proyectos de infraestructura del sexenio actual y dar continuidad a la denominada “Cuarta Transformación”.
A esto se agrega que un escenario incierto en materia económica en el que se resaltan tres indicadores que durante la primera quincena de enero de 2023 mostraron signos de alerta: la inflación, la pobreza laboral y un bajo número de empleos formales generados acumulados.
Se espera que los proyectos prioritarios de la “Cuarta Transformación” continúen a la cabeza de las prioridades y reciban más presupuesto, afirma Adriana García, coordinadora de análisis de México ¿Cómo vamos?
La especialista detalla que el problema de las políticas actuales es que no hay evaluación ni estudios de rentabilidad social, financiera o de impacto ambiental, como puede ser el caso del Tren Maya, y se ha dejado en manos del Ejército la posibilidad de transparentar el destino del dinero público.
“Nosotros, como ciudadanos, tenemos el pendiente, para este año y a mediano plazo, de exigir la rendición de cuentas de nuestro dinero”, apunta.
En junio de este año se llevarán a cabo elecciones en Coahuila y el Estado de México para elegir gobernador, en tanto que el primer domingo de junio de 2024 se llevarán a cabo elecciones federales en las que se elegirá un nuevo presidente de la República.
Aumento en alimentos
La organización destacó en su primer balance del año el encarecimiento de los alimentos ante la ruta ascendente de la inflación, que afecta de manera especial a la población que enfrenta pobreza laboral; es decir, que no puede adquirir la canasta básica con sus ingresos laborales.
En 2022 la tasa anual de inflación fue de 7.82 por ciento, mientras que los empleos formales generados acumulados alcanzaron un total de 752 mil 748, según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Sin embargo, en materia de inflación García destaca que, por primera vez en dos años, se ven señales positivas en la inflación subyacente, que es aquella que responde a la política monetaria y se comporta de acuerdo con las leyes de oferta y demanda, al registrarse una disminución de ésta en su comparación mensual.
“Estas señales son buenas, sin embargo, los mexicanos tenemos que prepararnos para un entorno de altos precios de los alimentos. Si sólo aislamos los índices de estos productos, presentaron una inflación anual en 2022 de 12.8 por ciento, cifra muy superior al 7.82 de la inflación general”, explica.
Dichas cifras, afirma, están vinculadas con el deterioro del poder adquisitivo de las personas en la compra de insumos alimentarios, afectando principalmente a los hogares de escasos recursos.
Empleo formal, una prioridad
A pesar de que el semáforo de informalidad laboral tuvo una mejoría durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2022, según “México ¿cómo vamos?”, esto no representa que el problema está superado.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOE, 2022) indican que, a noviembre de 2022, se contabilizó a una Población Económicamente Activa (PEA) de 60.6 millones de personas, de las que 16.5 millones (28 por ciento) laboraba en el sector informal, situación que permea en la calidad de vida de las y los mexicanos.
Por lo que, de acuerdo con Adriana García, el principal reto para México en materia económica en 2023 es evitar que más ciudadanos se encuentren en situación de pobreza, a través de programas focalizados y no universales.
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