7 cambios en tu cuerpo cuando dejas de tomar alcohol

ESPECIAL, nov. 27.- Llega el fin de semana, la fiesta con los amigos, a veces llegan esas ‘copitas de más’, la llamada al ‘ex’ y otras tantas cuestiones que se vuelven cotidianas. El alcohol se ha vuelto parte del día a día en diversos países, tanto que hay aficionados al deporte en el Mundial de Qatar que gritan en los estadios “queremos cerveza” ante las restricciones.

Nadie niega el gusto de destapar una cerveza en un día caluroso o una botella de vino para pasar la tarde, sus potenciales beneficios siempre se han manejado como un ‘arma de doble filo’ en estudios científicos, ya que hay cuestiones a considerar como el tipo de bebida, las particularidades de la persona y la cantidad; pero ¿qué pasa cuando sacas al alcohol de tu vida cotidiana?

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de tomar alcohol?

Con este cambio de hábitos, el cuerpo comienza a presentar algunos beneficios que exponen que el ‘menos es más’ es una cuestión real. Podemos empezar porque (ahora sí) ya no tendrías más ‘crudas’ por un buen tiempo.

Pierdes peso

Una bebida de alcohol en promedio contiene de 100 a 150 calorías. De acuerdo con un artículo de Harvard: Publich School of Health, incluso una cantidad moderada de tres tragos al día puede aportar más de 300 calorías, “las bebidas mezcladas que agregan jugo, tónico o jarabes aumentarán aún más las calorías, lo que aumentará el riesgo de aumento de peso con el tiempo”.

Si a eso se suman las usuales botanas y alimentos altos en carbohidratos con las que se acompaña el alcohol, que en conjunto con otros malos hábitos conforman la llamada ‘barriga chelera’, entonces al abandonar este hábito verás cambios importantes en el peso de tu cuerpo.

Te enfermas menos

El sitio especializado Eat This, Not That expone que puede este cambio puede beneficiar al sistema inmune, el encargado de defender al cuerpo de diversas enfermedades e infecciones.

Al consumir alcohol el sistema inmune es suprimido, ya que reduce la capacidad del cuerpo para reaccionar ante las amenazas externas, según explica el especialista en salud Robin Barnett a dicho portal: “Durante 24 horas después de que alguien consume alcohol, su respuesta inmunológica disminuye”.

Así que dejar de un lado aquel tipo de bebidas propicia a que tu sistema inmunológico recupere sus fuerzas y se encuentre listo para seguir cuidándote.

Además, el servicio de salud pública de Reino Unido (NHS, por su sigla en inglés), quienes beben más se contagian de enfermedades infecciosas con más frecuencia porque además el alcohol interrumpe la producción de citocinas, clave para que el cuerpo se pueda defender.

Un corazón más sano

En Eat This, Not That Jessica Hoffman agrega que muchos de esos ‘drinks’ contienen un alto nivel de azúcares, además de que muchos efectos secundarios se relacionan con la presión arterial y la alta frecuencia cardiaca, por lo cual aumenta el riesgo de padecer unas enfermedades cardiovasculares, cardiacas o diabetes.

Al abstenerse hay menos posibilidades, ya que bajan los niveles de presión arterial, triglicéridos y posibilidad de insuficiencia cardiaca.

Cabe destacar que hay bebidas como el vino tinto que se han asociado a la salud del corazón, sin embargo, los estudios deben tomarse con precaución, ya que se habla de cantidades muy bajas y en ciertas condiciones.

Duermes mejor

El sitio de salud WebMD explica que dejar este tipo de consumo podría ayudarte a conciliar mejor el sueño a la hora de dormir.

El beber regularmente alcohol provoca que tu sueño se vea interrumpido por ciertos factores, uno de ellos llega como consecuencia de su efecto diurético, por lo que al dejar atrás este hábito podrás llegar a dormir tranquilamente sin problema.

Además, Hoffman explica que también se puede conseguir un sueño reparador que no se alcanza cuando se bebe, ya que el alcohol es un supresor del REM (el sueño más profundo que se puede tener).

Reduces el riesgo de cáncer

Según la Organización Mundial de la Salud, un 4% de los diagnósticos de cáncer en el mundo se atribuyeron al consumo de bebidas alcohólicas, en especial al excesivo.

Según Robin Bennet, el páncreas y el hígado son dos de las áreas más afectadas por el alcohol y con mayor riesgo de cáncer con este consumo:

“Tu hígado, que elimina las toxinas de tu cuerpo, en realidad está trabajando demasiado cuando bebes. Si el hígado está trabajando demasiado, tratando de deshacerse del alcohol, entonces ralentiza el resto de tu metabolismo y sistema inmunológico porque se está enfocando en sacar esta toxina del alcohol de su cuerpo”.

Mejor salud mental

El NHS agrega que la depresión se ha relacionado con el abuso de alcohol, además de que las resacas provocan un estado de ansiedad.

Una piel más sana

La Asociación Estadounidense de Dermatología explica que el alcohol deshidrata y daña la piel, por lo que puede dar un aspecto más envejecido.

¿Qué pasa cuando bebes alcohol?

Cuando se bebe alcohol en cualquiera de sus presentaciones como cerveza, vino, vodka, entre otros, el cuerpo en realidad no lo digiere de momento; de acuerdo con un artículo de IN Direct, el líquido pasa rápidamente al torrente sanguíneo y se esparce a todas partes de tu cuerpo.

Por supuesto que hay varios factores que determinan los efectos del alcohol por el cuerpo, pero entre los elementos que uno normalmente se encuentran son:

  • Sientes más calor
  • Afectaciones en la capacidad de tomar decisiones
  • Sed y deshidratación
  • Estimulación del apetito

Ahora, a largo plazo hay aspectos a considerar: de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso nocivo de alcohol es uno de los factores causantes de más de 200 enfermedades y trastornos; incluso puede provocar defunciones y discapacidades a edad temprana.

Harvard T.H. Chan School of Public Health explica que las bebidas con alcohol no están incluidas en el Plato de Alimentación Saludable, por ello hay que sopesar riesgos y beneficios al hacerlo y tener en cuenta la moderación.

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